Luz Velada de varias ventanas

Edgar Solórzano

Curaduría Mariel Vela

Para la exposición Luz velada de varias ventanas Edgar Solórzano plantea un recorrido a través del recuerdo de una casa de la infancia; la casa de las tías abuelas. Dentro del recuerdo, se desordenan las relaciones entre el espacio doméstico y los objetos que los habitaron, creando empalmes de texturas, paletas de color y materialidades libradas de sus funciones cotidianas.

Recrear la sensación de un espacio corresponde, no solo a sus elementos arquitectónicos. Más bien, consiste en dar con aquello que revele sus tiempos comprimidos, calcificados en la cristalería, en las suaves hendiduras del terrazo, en la viscosidad del tergal a contraluz.

Mazapán

I

No es como el melón, el cual es demasiado frío y me recuerda a esas casas en Palm Springs. A paraísos color pastel y flores importadas de países lejanos. A un cardigan en los hombros, aún cuando hace mucho calor. A un lipstick color trópico enfermizo.

II

Bermuda’s most beautiful flowers, including vibrant hibiscus, exotic passion flowers and dainty oleander adorn this pure silk scarf printed exclusively for us.

III

El mazapán es mucho más melancólico
y delicado, sus polvos almendrados se desintegran al abrirlo y es el mismo tono de las medias y el rubor de las mujeres en las piñatas. Cruzan sus piernas y platican sobre la luna de miel de una de ellas en Tahití y mientras tanto, algunas moscas mueren dulcemente dentro de un vaso de Coca-Cola o envueltas en el merengue del pastel.

Mariel Vela

Fotografias por Agustín Arce